Rescatan a 11 niños en un campamento improvisado en Nuevo México

Todo comenzó con un mensaje acerca de un grupo de personas que estaba muriendo de hambre, que se cree provino de alguien que vivía dentro de un campamento improvisado en el norte de Nuevo México, condujo al hallazgo de 11 niños que vivían en condiciones deplorables.

“He sido policía durante 30 años y nunca vi algo como esto. Es increíble”.

Es lo que dijo el jefe de policía Jerry Hogrefe, del condado Taos, Nuevo México luego de que fueron encontrados 11 niños en condiciones de miseria y desnutrición el viernes pasado. Los menores, cuyas edades van desde 1 a 15 años, tenían apenas unas papas y arroz para comer, no tenían agua, ni zapatos y vestían ropa vieja y sucia. Estaban viviendo en un remolque en medio del desierto de Nuevo México, cerca de la localidad de Amalia.

Tres mujeres, que se presume son las madres de los niños, fueron detenidas y posteriormente salieron libres.

En la mañana del 3 de agosto, una docena de oficiales ingresaron al lugar, donde descubrieron a los dos hombres con un rifle AR-15, cinco cargadores de 30 cartuchos y cuatro pistolas cargadas, incluida una en el bolsillo de Wahhaj.

Hogrefe dijo a ABC News que parecía que a las mujeres y a los niños “les lavaron el cerebro y sentían una gran intimidación por parte de los hombres que tenían el control de este lugar”.

“Parecían refugiados del tercer mundo”, dijo Hogrefe.

Morten fue acusado de albergar a un fugitivo y Wahhaj de secuestro de menores.

La operación apuntó inicialmente a rescatar a un niño secuestrado tres años atrás, según la oficina del alguacil del condado de Taos, en Nuevo México.

La investigación comenzó el año pasado en el lado opuesto del país, en Jonesboro, Georgia, donde Siraj Wahhaj, de 39 años, nativo del condado de Clayton en ese estado del sureste, fue acusado de secuestrar a su pequeño hijo, que finalmente no fue encontrado en el complejo.

El 2 de agosto, el sheriff del condado de Taos, Jerry Hogrefe, emitió una orden de búsqueda que describía un complejo improvisado rodeado de neumáticos y tierra en una subdivisión donde se creía que estaban Wahhaj y Lucas Morten, un adulto.

Eso cambió cuando los detectives del estado de Georgia remitieron un mensaje a la oficina de Hogrefe que inicialmente había sido enviado a una terca parte.

 

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